En el último partido hubo un momento que teníamos a Chisas expulsado, Zapatilla con un dedo quebrado y casi lo echan a Malcorra. Y afuera Nereo con salmonella y Matías Sanchez con el ojete desgarrado. Me quieren hacer morir estos hijos de puta.

Pero que hermosa orteada les pegamos a esos gringos de mierda. Tres pepas seguidas una atras de la otra. La gaviota rubia está muy goleadora y picapleitos. Una lástima que eso haya sido sin visitantes. Hubiésemos entrado al campo de juego y les dabamos la vuelta olímpica todos en pelota. Antes de irnos predíamos fuego la ciudad entera. Nos metíamos en la fábrica de ilolay y les pateábamos todos los potecitos de dulce de leche. Integrantes de El Grueso culeándose los cuerpos mórbidos de unas ancianas apoyados boca abajo sobre los bancos de la plaza principal. Escándalo nacional, en “TN y la gente” Lapegüe mandando al aire las imagenes temblorosas captadas por un celular de dos pálidos gluteos muy contraídos y separados por una raya negra yendo para adelante y para atrás, para adelante y para atrás. De fondo un colectivo estacionado de “Luchy Turismo”. Me tienen tan podrido, yo no puedo creer que esa prohibición me haya privado de gozar un momento que pudo haber sido el mas divertido de mi vida. En estos días tengo que soportar plataformas políticas que hablan de temas que me importan tan poco. Solamente quiero ir a la cancha de visitante. Igual reconozco que la gente está loca de la cabeza. Ahora los empezaron a permitir y es inminente que degollen a alguno. Volvimos a la época de los vikingos. Me tiene tan podrido el fútbol. Yo no se si es la edad pero cada vez me siento mas ajeno a todo el circo. Me siento raro. Encima Unión siempre la misma cantinela. Le ganamos a Boca de visitante y ya sabés que es inevitable un chorro de caca en forma inmediata. Y si... después perdimos tres partidos seguidos. Llega un momento que te agotan estos hijos de puta. Gambas de Perniche se vistió de héroe e hizo ese gol sobre la hora esquivando una patada asesina del Cata Díaz y después pasó a ser un choto corriendo con botincitos. ¿Matías Sanchez piensa jugar todos los partidos del año menos los dos clásicos? Hay que entrarle al departamento y dejarle apoyada en la mesada de la cocina la cadera de un caballo arrancada de cuajo. Ese tipo es clave para ganarle a los puercos. Encima parece que lo reemplaza Monterito que está gordo y barbudo. Nereo juega dos partidos y se desgarra. Entra Fidel que es buenísimo pero padece brotes depresivos. Martinecito no se que tiene, está jugando tan mal. Britez es un loco de la guerra, un peligro chino. García Guerreño tiene problemas mentales. De tres no se quien juega, Cardocito venía bien y desapareció. Afranchino rindió en todos los clubes por los que pasó y aca arrastra las patas. Confieso que hubo un sábado que me fui a dormir la siesta y puse el despertador como para levantarme recién en el arranque del segundo tiempo de un partido contra no se quien poronga jugábamos.

- “Quizás por eso no vinimos mas a esta pocilga de oficina para seguir escribiendo las columnas” dijo mi pasante con la cara iluminada por una vela. “Nos estallaron las bolas” cerró su idea con una sentencia quirúrgica.

- “Puede ser, pero entonces explicame que hacemos otra vez acá encendiendo ese monitor de mierda” le pregunté mientras tiraba al tacho el borde de una pizza mordido.

- “Yo te voy a explicar por que estamos acá de nuevo. Hay situaciones límites en tu vida, momentos en los cuales sentís que te tocan el corazón con los dedos. Y allí es cuando aparecen las musas inspiradoras. Astor Piazzolla compuso ‛Adiós Nonino’ cuando se enteró de la muerte de su padre (1). A vos no se te murió nadie pero el domingo vas a sentir el tibio aliento de la mismísima parca en tus narices, se juega el clásico. Una vez mas tendremos que vernos cara a cara con la raza cochina. Y aunque estés podrido del fútbol, cuando veas esas 11 mierditas de pie con camisetitas rojas y negras en tu cancha, un fuego te va a retorcer las tripas. Porque sabés muy bien que es mucho mas que un partido de fútbol. Cae como puñalada una pelota en tu área chica y sentis que se te comprimen los huevos. Te falta el aire, la desesperación es tal que por unos
segundos lo único que querés es que pase ese momento de mierda. Que sea gol y se vayan todos a la cajeta de su hermana, pero que termine esa agonía de una vez por todas. Por eso estamos acá de nuevo. Pidiéndoles a nuestros jugadores que salgan a la cancha y dejen las visceras. Hay que aplastar a Colón. Salgan y hagan lo que tienen que hacer. Ustedes tienen la oportunidad de hacerme temblar de emoción y dejar de ser aquel sujeto despreciable que se perdió un primer tiempo por quedarse a dormir la siesta. A este partido hay que jugarlo con el alma. Mostremosle al país que ellos son una raza inmunda, puerca y mugrienta. Tocame el corazón una vez mas viejo y glorioso Unión.”

Qvuelvanlosvisitantes.

1 -  En su libro biográfico Astor, reconocido hincha de Unión desde chiquito, cuenta "Me sentía deprimido, triste. Lo único que quería era volver a Buenos Aires, escuchar a Pugliese, tomar café con mis amigos. Fueron años de pesadilla, a lo que se sumó una noticia que me derrumbó definitivamente: la muerte de Nonino, mi padre. En el trayecto a casa miraba los barrios por los que íbamos pasando, los subterráneos, la calle 42, la calle 11, el Central Park. Todos los recuerdos se me vinieron de golpe a la cabeza y en todos estaba mi padre. Cuando entré en mi departamento de la calle 92, me senté en un sillón y me quedé un rato así, como en el aire. Ese día del año 1959, en cuarenta y cinco minutos, compuse ‛Adiós Nonino’. El número uno es ‛Adiós Nonino’. Me propuse mil veces hacer uno superior y no pude."