jueves, 8 de septiembre de 2016

Apuntemos todos los cañones a la Copa Argentina. Presentemos un equipo muleto para el campeonato. Nunca sentí la copa tan cerca, la estoy acariciando con las yemas de mis dedos.



Antes de comenzar me veo en el compromiso de aclarar que conforme al último contrato firmado con la editorial Sejo, estoy obligado a publicar una columna solamente en ocasión de que viajemos para acompañar a nuestro amado Oneon en un reducto visitante. Este último sábado se activó dicha cláusula contractual y por eso aquí estamos. Aquellos lectores disconformes pueden enviarnos un mail a la dirección chupenmebienlaspelotas@gmail.com
Buen día viejo y glorioso Unión. Son las 7 de la madrugada de este sábado polar y el fuego de tu pasión nos calienta los corazones para surcar las rutas y poder estar a tu lado. Mientras vacío una pava de agua caliente sobre el parabrisas para despegar el hielo, uno de los tripulantes saca la cabeza por la ventanilla y me dice “Me cago en todos ustedes que siempre me embarcan en estas locuras. Nos van a romper bien el orto. ¿Desde cuando somos coperos? Ya lo estoy viendo, gol de Cavalarito de tijereta y nos festeja haciendo el remador, se sientan uno atrás del otro y reman. O el perrito haciendo pichí, levanta la patita en el banderín del corner y nosotros como pelotudos atras del alambrado escupiendolo. Los cuatro con las caras coloradas por la mezcla de la fuerza que hacés para poder escupir mas lejos, el infarto y la hipotermia. Y en el viaje de vuelta cuando estemos mareados por el olor a culo que va a haber adentro de este auto, voy a mirar mi celular y en el grupo de wasap los otros soretes que no viajaron nos van a mandar fotos de ellos cenando banquetes en sus casas calefaccionadas. Y encima nos va a salir un huevo todo esto, no va a bajar de 3 lucas por cabeza el viaje. Consigamos billetes de 500 mangos sino vamos a tener que enganchar un trailer al auto para poder llevar toda la guita y me cago en el sorete de Macri y en la recalcadísima cajeta overa de la mona. Como no nací muerto.” Me subo rápidamente al auto antes de que se arrepientan y al fin salimos hacia Sarandí.
Iban todos los pasajeros durmiendo plácidamente y recién a la altura de Rosario el sol los empezó a despertar. Detenido en un semáforo observo en un parque a una rozagante quinceañera quien posaba junto a un rosedal para que un fotógrafo inmortalice tan bello escenario. Un gritó sale catapultado desde adentro de nuestro auto BOLUUUUUDAAAAAAAAAAA!  (1)Estallamos todos en carcajadas y comienza a cambiar el humor del viaje. Aprovecho el entusiasmo y pongo fuerte un enganchadito de Los del Palmar. Recibo un cachetazo a mano abierta en la nuca, “sacá esa mierda que parecemos hinchas de Colón!”. Observamos en la banquina un santuario del Gauchito Gil y un arrepentido en voz alta comienza a rezar: “Oh sagrada Zapatilla Sanchez, perdona mi ingratitud cuando comenzaste a defender nuestros gloriosos colores y yo me reía de tus movimientos artrósicos. Oh Zapatilla me rindo ante tu infalible solvencia. Oh Zapatilla no soy digno de tu bondad. Amén”. Giro la perilla para bajar la calefacción, los vapores testiculares comienzan a tornarse insoportables. Es que vamos tomando calor con algunas discusiones. Rolle es fundamental, no... Rolle es un choto. El Niño Vadalá nos llevará de la mano a clasificar a la copa Libertadores. Callate que Vadalacito es el nuevo sotito torres. Sphan tiene que ser el gobernador de la provincia. Rolando es el mejor defensor del país. Gambas de Perniche no se sabe de que juega. Los ingresos de Carando son electrizantes, parece Claudio Paul Caniggia pero con barba. Sphan es un mercenario. Jugamos sin carrileros. Quien se cagó. Chisas tiene alzheimer. Acevedo es el mejor. Chisas es clave, es nuestro guía espiritual. Se resfría Acevedo y desaparecemos del mapa. Carando es una hermosa pija, es una pija blanquita.
Dejamos estacionado el auto y el trapito nos cobra ciento setenta y cinco pesos por adelantado y al contado. El sol alumbra el paisaje hostil del barrio de Sarandí, sin dudas es un día bien unionista. En todas las esquinas flamean banderas rojas y blancas. Salen tatengues de abajo de las baldosas, somos la hinchada mas linda del mundo. Como extrañaba todo esto, que hermoso saber que siempre están acá. Somos una familia, hay caras inconfundibles que son las de siempre. El Ciego, El Gordo Belgrano, los dos flacos que tienen una pollería, el Rengo, Tito Mernes que a la salida del clásico de la patada voladora de Lugo se subió a un colectivo con el jopo soplado por un cascotazo. Bailan y cantan, estan todos como locos. Que hermoso fue perforarles el ojete a esas fecalidades pestilentes bostíferas, dos veces seguidas! Les quedó el culo como carcajada de payaso. El 3 a 0 en el Soretal fue una obra maestra, una culeada para la historia. Primer gol a los 46 del primer tiempo, el segundo a los 5 del segundo tiempo y el tercero a los 15. Encima de visitante, maravillosamente macabro. Llegamos a una plazoleta y El Grueso con sus bombos y redoblantes formaban la banda musical mas maravillosa. Sonaban mas afinados que nunca:
Una cosa de locos, ser tatengue una cosa de locos.
Una cosa de locos, ser tatengue una cosa de locos.
Caravana caravana caravana oooooooooooooooh!
Caravana caravana caravana oooooooooooooooh!
Caravana caravana caravanaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Estamos todooooooooo, de caravanaaaaaaaaaaa! (2)

Nos apoyamos en un tapial y se acerca el Gordo Fernandito quien intoxicado por los alcoholes ingeridos durante 500 kms se me viene decidido a increpar. “Loco que onda la columna. A ver si empezamos a mover un poco los deditos para escribir todas esas pavadas porque sino me puedo poner un poquito nervioso”. Mi amigo, el que había rezado la oda a Zapatilla Sanchez, hace un paso adelante para intervenir y apoya su mano en el pecho del Gordo y le dice: “Tranquilo loco. El semiólogo confeso hincha de Unión desde chiquito Roland Barthes una vez se hizo la siguiente pregunta: ¿Quién es el verdadero autor de determinado texto? Y dijo que no es la persona física quien hace la obra. Que un texto es creado por una multiplicidad de conciencias, culturas, ideas, pensamientos, filosofías e ideologías. Un escritor posee la propiedad intelectual de un texto determinado, pero subyace en su trabajo una gran cantidad de capas de textos previos que leyó, ideas que lo forjaron y experiencias. Pero dentro de cada lector, se encuentra la interpretación que terminará por dotar de un sentido al texto, y eso nos convierte también en autores. Así que Gordo metete en la cancha y escribí tu parte de la columna.” El final del discurso fue seguido de un silencio sepulcral, hace rato que Fernandito yacía tirado en el suelo durmiendo como un perro vagabundo, su pedo era fabuloso.
Y para el cierre de la tarde el viejo y glorioso Unión nos iba a regalar una de esas alegrías tan divinas que la vas a llevar dentro tuyo para siempre. Que locura todo esto, hacía mucho que no viajaba. Nereo ataja el último penal y me los quedé mirando. La gente se abraza con desconocidos, pero se abrazan en serio. Aprietan bien fuerte, cierran los ojos y aparecen las lágrimas. Algunos pierden el equilibrio pero nunca se dejan de abrazar, quedan enredados en el suelo. Que lindo es el hincha de Unión. Te abraza con locura porque nunca se sabe lo que despues puede llegar a pasar. Los miraba y pensaba, una cosa de locos... ser tatengue es una cosa de locos.
Qvuelvanlosvisitantes.


1. No existe momento en el que uno se sienta mas boludo que esos segundos de silencio que anteceden al disparo de una cámara fotográfica. Si la escena se desarrolla en la vía pública la incomodidad es mucho mayor y la sensación de que uno posee una cara de estúpido es incontenible. En ese contexto el insulto a viva voz boludo/a posee una fuerza destructora. Y debe ser lanzado desde adentro de un auto que esté en marcha lo que alimenta la sensación de impunidad. También se puede usar pelotudo/a. O ambas.
2.  Conmovedor. Usando tan solo 6 palabras (estamos, cosa, locos, tatengue, caravana, todos) el Grueso navega las aguas de la hermeneútica interpretando con asombrosa sabiduría el verdadero sentido de la vida.


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