Dejó mucha tela para cortar el triunfo salvaje contra Ñuls. Quiero empezar con la gratísima sorpresa del carpincho Nuñez apareciendo como pistón derecho. Arrancó el partido y yo empecé a calentar mis cuerdas vocales para asestarle mi primer insulto. Pero me terminé tragando las puteadas ante una actuación convincente. Estuvo muy astuto encarando y apareciendo en muchos sectores de la cancha. Hasta me gustó en las pelotas paradas con un empeine endemoniado, hacía tiempo que no veía que nuestros centros duelan en el área rival. Ojalá agarre continuidad.
Otro desempeño soberbio de El Pelado. Llegaba a meter ese gol después de enganchar adentro del área y la gente tumbaba los tejidos y dábamos la vuelta olímpica todos juntos con el Pelado en andas.
Nadie piensa en un contragolpe el día que Bologna erre un penal? Imaginense si Peratta la tocaba con la punta del pie y perdíamos 1-2 contra un equipo con 8 jugadores. La Pepa Armando crucificada adentro de Casasol ardiendo en llamas.
En fin… no quiero aburrirlos. Ganamos otra vez y la cantidad de puntos que tenemos es impresionante. Ahora metemos un batacazo contra San Lorenzo, quedamos segundos y nos convertimos en la revelación total del torneo. Va a aparecer Sphan tirando el corchito en lo de Nicolás Repetto.
Pero les confieso que no puedo sacarme de la cabeza la imagen de la pierna del “Cerebro” Sarmiento. Sinceramente hoy se me hace difícil darle un toque de color a la semana desde este espacio. Si bien juro que no es mi intención hacer algo humorístico de esta humilde columna, las reacciones de ustedes me indican lo contrario. Yo simplemente trasladé aquí todas las cosas que escribía en el chat. Y así muchas veces llegué a anhelar en voz alta que al Picante Pereyra le estalle algún órgano de su cuerpo. Pero después de ver el accidente del “Cerebro”, no se si voy a seguir teniendo esos deseos oscuros. El domingo quedé shockeado y no pude seguir concentrándome en el partido. Que se vayan a la mierda los 25 puntos y los fantasmas del descenso, lo único que quería era la llegada del pitazo final y que cada uno se vaya a su casa. Además de la impresión que me causó ver una pierna fracturada, confirmé el profundo sentimiento de pertenencia que me une con el tipo que entra a una cancha de fútbol vistiendo la camiseta de Unión. Si hubiese presenciado la misma fractura de un jugador de Platense, seguro que no me iba a conmover de tal forma. Muchos me dirán “Sarmiento llegó hace solo 3 meses a Santa Fe” o “fue un accidente de trabajo, es un jugador y labura de eso”. No me importa, yo veo a un jugador con la roja y blanca y pasa a ser uno de los míos. Como no me va afectar ver a alguien que se lastima mientras está defendiendo una de las cosas que mas quiero en la vida. Seguramente ahora la pelota se volverá a echar a rodar y Sphan puede hipotecar la sede y traer a Mario Bolatti. Pero que nadie se engañe, el hincha de Unión no es ingrato y nunca olvida. Esta columna va dedicada para vos “Cerebro”. Simplemente gracias.
Qvuelvanlosvisitantes.
muy bueno, comparto lo que decís.
ResponderEliminares inevitable que se nos desprenda una sonrisa, la ironía tuya es muy buena!