Un halo de luz salió eyectado desde el corazón de la pajarera dibujando
una letra “C” en el cielo, señal inequívoca de que una vez mas ha llegado la tan
temida Colitis. Hermosa noche de verano y Crucero del Norte le metía el sexto
gol a un Boca Unidos que insólitamente nos hizo 4 en nuestra propia cancha.
Nuestro pasante asistente de edición vio la letra proyectándose en el
estrellado cielo y luego de exclamar “La C de Cursiadera!” salió raudamente
hacia nuestras oficinas corporativas dejando por la mitad la bandeja hawaiana
que estaba saboreando en la esquina de la Heladería Veneto. Nuestro secretario de
actas, quien regentea una turbia ferretería asentada en una esquina de la zona
céntrica, también vio la señal celestial. Ya había bajado las persianas de su
negocio y cuando le tiraba unos hielos a la abundante sangría que estaba
preparando adentro de una carretilla, interrumpió la preparación del brebaje al
grito de “La C de Cagadera!”. Se puso la gigantesca campera 2 ambientes que le
regaló El Beto Bologna y salió rápidamente hacia el club.
A nuestro jefe editor portador de una caja craneal de magnitudes
importantes, la señal lumínica lo agarró en el momento y lugar indicado. Justo
estaba ingresando a la sede social para dar de baja a todo su grupo familiar del
padrón societario al grito de “a los bonos
anda a cobrárselos a la concha de la lora Gordo traficante de baldes japoneses,
este año veraneo con los pibes en Gimnasia de Ciudadela”.
Una vez acomodados en la oficina y luego de los saludos de rigor, nuestro
equipo dio comienzo a la reunión extraordinaria:
En ojotas y con un bronceado respetable me animo a abrir la sesión
preguntando: - “Che que mierda pasa? Estábamos
tan tranquilos, a que se debe ese ojo de Thundera saliendo de la pajarera?”
El Jefe editor con los ojos desorbitados enseguida me marca la cancha: -
“Como que mierda pasa? No te das cuenta
lo que estamos viviendo? Oportunidad histórica de ascender el mismo año que las
cacas pulguientas se van a la B y ese sujeto imberbe con folículos capilares de
tonalidades anaranjadas que sigue jugando a la Play Station con nuestro primer
equipo de fútbol. Imaginate las mierdas descendiendo al mismo tiempo que
nosotros paseamos por Boulevard con el colectivo sin techo. De todas las
variantes de orteadas que les hicimos a los cursientos, esa es la única que nos
falta.”
Me pongo de pie para interrumpirlo y recibo una cachetada con su mano
bien abierta. Sentado nuevamente en mi lugar escucho como continúa la ponencia:
“Lo que mas bronca me da es que tengo la
sensación de que este tipo prioriza el futuro de su carrera por encima de los
intereses de nuestra institución. No se quien ni como inició esa campaña
marketinera de que esta caca roja es el abanderado de una nueva generación de
técnicos que pregonan el fútbol bonito y el buen trato de la pelota. Y el tipo
ni lerdo ni perezoso todos los fines de semana alimenta esa pantomima con
movimientos tácticos quijotescos, porque sabe muy bien que astutamente se está
posicionando en los primeros puestos del mercado mercenario que maneja la
contratación de técnicos en el fútbol argentino. Plapla! Pla! Pla! Plaplapla!
(brotan los primeros aplausos).”
Rápidamente en la Asamblea se huelen aires destituyentes. En ese sentido
toma la palabra el Sr. Ferreta mientras estaciona su gran campera en el
respaldar de la silla: -“Pero que
pretendían con ese Colorado traidor! En el 2002 lo vendieron al Fulham de
Inglaterra en 12 millones de libras esterlinas. Esa guita salió de nuestros
caudales públicos que el cobarde del Virrey Sobremonte les entregó a los
ingleses cuando nos invadieron en 1806. Caca roja te llenaste los bolsillos con
plata sucia que le robaron a nuestra patria! Vos deberías financiar la
construcción de la tribuna nueva, el Sapo importador de sahumerios chinos se
endeudó hasta el cogote y vos jugando al PC Fútbol con la disposición táctica
del equipo.”
Nuestro asistente de edición con la puerta del baño abierta y sentado en
el inodoro mientras estornudaba por el ojete a causa de los conocidos efectos
colaterales que las cremas heladas consumidas en la Veneto provocan en el
tracto intestinal de todos los santafesinos, interviene con un grito que
retumba en la sala: “ESTO ES NACIONAL B
SORETE ROJO! De una buena vez por todas parate bien atrás que nos estan
recontra cagando a goles hijo de puta! Fijate un poquito la historia de esta
divisional basofia atomatada! Siempre campeonaron los que primero lograron
pararse bien en defensa, los que armaron el equipo de atrás para adelante. El
Central de Miguel Angel Ruso metió una seguidilla de 12 partidos al hilo
ganando siempre 1 a 0. El mismo Kudelka te metía un jirafazo en los primeros 20
minutos y después como hacías para empatarle?”
-“La Jiraaaaaaafa (interviene un pasante mientras tira Lysoform
para repeler el nauseabundo olor que comenzaba a invadir la sala). Como extraño sus senos festejando un gol en
aquellas soleadas tardes de otoño. Ese Potro Salinas es un choto, en el próximo
partido que lo sienten en el banco de suplentes envuelto adentro de un calzoncillo.”
“Y Britez? Ni el Tarrito
engripado y con hemorroides se mandó la mitad de las cagadas que hizo este pibe
en los últimos 5 partidos.”
“Y Salchicha? Yo sabía que
esos golcitos de media distancia los íbamos a terminar pagando con sangre. No
lo sacan nunca más del equipo titular. Acá hace falta un golpe de estado entre
gallos y medianoche y en enero que vengan los hermanos Motta con un número ocho
que sea delegado sindical de ATILRA. Y traer a la Morcilla Piriz Alvez para que
te haga 19 goles en la segunda rueda. Esa es la única manera de conseguir el
milagro del ascenso.”
El ascenso. Una vez mas persiguiendo el tan ansiado ascenso, esta
película la vi tantas veces. Por tu bienestar cardíaco tenes que hacerte el
distraído con todos los interrogantes planteados en esa imaginaria reunión
extraordinaria. Los lunes agarras la tabla y ves que tan solo 8 puntos te
separan del último puesto de ascenso. En el medio hay un pelotón de media
docena de equipos, pero no importa. Enceguecido fijas tu vista en el tercer
puesto y pensas “Ahora le ganamo a Sportivo San Francisco, empatamo en Jujuy, y
después le ganamo a San Juan, Ferro,
Independiente y Defensa y quedamo segundos”. Tu entusiasmo detiene el tiempo,
como si los otros equipos no jugaran. Y todos los fines de semana rebalsa la
cancha. Porque en eso consiste ser hincha de Unión… en mover las montañas.
Qvuelvanlosvisitantes.
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