Al
arco el murciélago Montoya, línea de 4 con Avendaño - Correa - Maidanita y
Cubero (se viene a nuestra ciudad a darle una mano con la mudanza a su amigo Montoya
y salen a caminar un sábado a la mañana con Nicole Neumann quien queda
fascinada con los perros que muestran adentro de unos canastos en la Peatonal y Cortada
Falucho), en el mediocampo un paralelogramo con Omar “el desquiciado” Pérez -
Donnet - Cavallaro y Affranchino. Y arriba Castillón y Jara. Perdón que
arranque tan fuerte con los once titulares con los que saltaremos a la cancha
el 3 de agosto a estadio lleno en el Monumental, pero el vértigo de la
información nos lleva a zambullirnos en la danza de nombres para imprimirle un
poco de actualidad a la columna. Porque sospecho que la gente ya ni tiene ganas
de recordar el empate contra Estudiantes que nos sirvió para asegurar la
permanencia. Al término de ese partido no alcancé a alzar mi vaso de liso en la Capri Napole para
festejar el logro de los benditos 50 puntos junto a todos los parroquianos del
lugar, que ya en algunas mesas discutían sobre la renovación o posible partida
de FDK. Menos mal que llegaron a un acuerdo con la dirigencia porque la verdad
es que esa novelita ya me estaba cansando. Mi temor era que alguna mañana encienda
la computadora y apareciera Sphan en el lobby del Gran Hotel España anunciando
el nuevo DT para la temporada 2012/2013 y confundiéndose en un abrazo con el
Bigotón Lavolpe. Pero dentro de esa dinámica de la información hay cosas
inalterables. Siempre son los mismos apellidos los que participan de las
especulaciones y coquetean sobre si se van o se quedan. Mientras tanto el
Pelado Correa en comunicación telefónica desde Montevideo declara que la única
razón por la que existe en este mundo y respira cada día se llama Unión de
Santa Fe y que antes de irse prefiere quitarse la vida con una inyección letal.
Al fin
llegaron las ansiadas vacaciones muchachos, hace un año que venimos sufriendo y
esto ya se estaba tornando insalubre. Por eso no va a venir mal alejarnos por
unas semanas del fútbol. Después de mirar Chacarita-Chicago me di cuenta de la
magnitud que pueden llegar a tener algunos fracasos deportivos. Ponerme a pensar
en la mínima posibilidad de que un día te pueda llegar a suceder algo parecido,
provoca un temblor en mis manos. Yo no se como hicieron los hinchas de
Chacarita para levantarse el domingo a la mañana. Yo en el lugar de ellos
hubiera salido a caminar desnudo por el medio de la calle, sin rumbo. La frase
del Tano Pasini minutos después del penal atajado lo resume todo... "La vida me dio la espalda".
Fulminante. Por eso cuando ves tanta gente llorando y sufriendo por un partido
de fútbol, te preguntas si uno no le pone demasiadas energías a esto. Pero
intentas imaginarte un mundo sin ir a la cancha y el vacío es inevitable.
Imposible hacerse el indiferente con algo que venís viviendo desde chiquito
cuando tu Viejo te llevaba caminando de la mano. Loco… que lindo
es ir a la cancha de Unión. No existe en el mundo otro estadio que te haga
vivir una experiencia similar. ¿Probaron llegar caminando por López y Planes?
Esa avenida parece detenida en el tiempo, el progreso llega a las otras calles
pero ésta sigue igual. Los mismos kiosqueros de hace 30 años, los mismos negocios,
yo juraría que hay un sorete seco de perro pegado en la misma baldosa por lo
menos desde la navidad de 1995, la placita al lado de Macua, la vecinal
Barranquitas. Cuando ya vas por la vereda de “Capicúa” agencias de quiniela y
loterías y empezás a escuchar la voz del estadio, pasa el 5 que viene tirado
con gomera y doblando en dos ruedas desde la curva de Fray Cayetano Rodríguez
con la perrada adentro hacinada como vacas, el olor a culo en el pasillo
central de ese colectivo debe ser proverbial. Y los que llegan por Boulevard lo
hacen transitando una especie de corredor cervecero, ahí cada vez mas kioscos metamorfosean
en bares, una vez les juro que vi a un Flaco con la camiseta de Unión a la una
de la tarde sentado en la vereda con su espalda apoyada en la pared meta
cerveza en la esquina de Boulevard y 1º de mayo, volví de la cancha y el pibe
seguía inmutable en el mismo lugar, a las 12 de la noche pasé otra vez ya
camino a la milonga y el Flaco estaba dormido con el culo en la misma baldosa,
faltaba que pase un perro y lo mee. A ese personaje el resultado deportivo le
chupa todos y cada uno de sus huevos… lo admiro. Y una vez adentro de la cancha
te sentís en tu casa. Las mismas caras en los mismos lugares. Hay un viejo que
se para al lado del último poste de iluminación de la Cándido Pujato
desde la época de los desbordes de Anthonny De Avila. Los cocaleros que pasan
con esos cajones colgados del cuello que solamente sirven para hinchar las
pelotas porque su función refrigerante es nula, la gaseosa sigue siendo la misma
orina de mono de siempre. Los pororó salados que son una sorpresa, su calidad
es inversamente proporcional a la cantidad de días que llevan almacenados. A
veces son exquisitos granos de maíz que al tostarlos artesanalmente nos
permiten saborear una deliciosa masa blanca esponjosa. Pero algunos días, sobre
todos los de humedad, parece que estás masticando los pezones de un linyera. Y no
se como describirles el aroma que sale de la bolsa, imagínense al mismo linyera
apoyándote sus huevos en tu cara. Viví tantas cosas ahí adentro. El día que mas
calor sentí en una cancha le ganamos a River con un gol de cabeza de Carlos
González en el arco de la Barra
de Las Bombas. Otro gol de chilenita del Loco Marzo en el mismo arco que nos
hizo acostar sobre los escalones sin importar si la turba enloquecida pisaba nuestros
órganos. El Viejo, seguía inmutable debajo de la latita de Cerveza Santa Fe. Un
tiro libre de Eduardo Magnín que se colgó del ángulo dibujando en el aire una
parábola perfecta. Hace bastante tiempo Unión jugaba uno de esos tantos amistosos
insípidos, era una época de mi vida mucho mas apasionante que la de ahora y que
me permitía a las 3 de la tarde de un día de semana mirar un partido de fútbol.
Recuerdo que esa misma siesta la Pepa Armando fue a calzar una pelota y se
fracturó una gamba en mil pedazos. Inexplicable el ruido a hueso roto que
retumbó en los rincones de las tribunas vacías. Nos dolió a todos, nos
agarrábamos la cabeza y ni queríamos mirar. Son tantos los recuerdos. Por todo
esto les ruego a los dirigentes de turno que nunca en la historia me traigan a
la selección nacional a esta cancha porque eso es otra cosa, no profanen mi
lugar en el mundo, Messi que se vaya a la concha de su madre rosarina. El 15 de
abril es nuestro templo. Y la persona que se hincha el pecho por ver al
seleccionado jugar en su estadio, que busque en los cajones y revuelva entre
sus calzoncillos para ver si aparece su identidad por alguna parte.
Te vamos a extrañar
tanto Tate querido en los siguientes días. Aprovechemos este mes para darle
lugar a la reflexión. Pensemos quienes somos y adonde queremos estar dentro de
unos años. Y trabajemos para conseguirlo, unidos por Unión. Como lo hicieron
tantas personas a lo largo de nuestra historia. Me tengo que ir gente. Si me
buscan, voy a estar caminando un rato por López y Planes pensando en aquellos
que hace un tiempo iban conmigo a la cancha y que hoy ya no están. Nadie estará
mas cerca de mi corazón que esos muchachos tatengues. Hasta la próxima.
Para Lucho que desde algún lugar seguramente lo estará leyendo… |
Qvuelvanlosvisitantes.
Man, es la 1.40 am de un sábado helado haciendo una previa para ir a La Llave. Y ahora estoy emocionado!
ResponderEliminarDemoró la actualizacion pero valió la pena.
Sinceramente pensá en la posibilidad de editar un libro!
SIIIIIII, TENES QUE HACER UN LIBRO CON ESTAS HISTORIAS!!!! POR FAVORRRRRR!!!!!
ResponderEliminarESPECTACULAR.
UN ABRAZO GRANDE!!
AGUANTE UNION CARAJO!!!!1