viernes, 6 de julio de 2012

Contra Quilmes tenemos que jugar un viernes a la noche. Lo ganamos con un bombazo de La Joya y después seguimos ruta hasta Mar del Plata y terminamos cerrando la noche en “Chichilo” con rabas al limón y vino blanco todos abrazados cantando La mar estaba serena… serena estaba la mar.



Al arco el murciélago Montoya, línea de 4 con Avendaño - Correa - Maidanita y Cubero (se viene a nuestra ciudad a darle una mano con la mudanza a su amigo Montoya y salen a caminar un sábado a la mañana con Nicole Neumann quien queda fascinada con los perros que muestran adentro de unos canastos en la Peatonal y Cortada Falucho), en el mediocampo un paralelogramo con Omar “el desquiciado” Pérez - Donnet - Cavallaro y Affranchino. Y arriba Castillón y Jara. Perdón que arranque tan fuerte con los once titulares con los que saltaremos a la cancha el 3 de agosto a estadio lleno en el Monumental, pero el vértigo de la información nos lleva a zambullirnos en la danza de nombres para imprimirle un poco de actualidad a la columna. Porque sospecho que la gente ya ni tiene ganas de recordar el empate contra Estudiantes que nos sirvió para asegurar la permanencia. Al término de ese partido no alcancé a alzar mi vaso de liso en la Capri Napole para festejar el logro de los benditos 50 puntos junto a todos los parroquianos del lugar, que ya en algunas mesas discutían sobre la renovación o posible partida de FDK. Menos mal que llegaron a un acuerdo con la dirigencia porque la verdad es que esa novelita ya me estaba cansando. Mi temor era que alguna mañana encienda la computadora y apareciera Sphan en el lobby del Gran Hotel España anunciando el nuevo DT para la temporada 2012/2013 y confundiéndose en un abrazo con el Bigotón Lavolpe. Pero dentro de esa dinámica de la información hay cosas inalterables. Siempre son los mismos apellidos los que participan de las especulaciones y coquetean sobre si se van o se quedan. Mientras tanto el Pelado Correa en comunicación telefónica desde Montevideo declara que la única razón por la que existe en este mundo y respira cada día se llama Unión de Santa Fe y que antes de irse prefiere quitarse la vida con una inyección letal.
Al fin llegaron las ansiadas vacaciones muchachos, hace un año que venimos sufriendo y esto ya se estaba tornando insalubre. Por eso no va a venir mal alejarnos por unas semanas del fútbol. Después de mirar Chacarita-Chicago me di cuenta de la magnitud que pueden llegar a tener algunos fracasos deportivos. Ponerme a pensar en la mínima posibilidad de que un día te pueda llegar a suceder algo parecido, provoca un temblor en mis manos. Yo no se como hicieron los hinchas de Chacarita para levantarse el domingo a la mañana. Yo en el lugar de ellos hubiera salido a caminar desnudo por el medio de la calle, sin rumbo. La frase del Tano Pasini minutos después del penal atajado lo resume todo... "La vida me dio la espalda". Fulminante. Por eso cuando ves tanta gente llorando y sufriendo por un partido de fútbol, te preguntas si uno no le pone demasiadas energías a esto. Pero intentas imaginarte un mundo sin ir a la cancha y el vacío es inevitable. Imposible hacerse el indiferente con algo que venís viviendo desde chiquito cuando tu Viejo te llevaba caminando de la mano. Loco… que lindo es ir a la cancha de Unión. No existe en el mundo otro estadio que te haga vivir una experiencia similar. ¿Probaron llegar caminando por López y Planes? Esa avenida parece detenida en el tiempo, el progreso llega a las otras calles pero ésta sigue igual. Los mismos kiosqueros de hace 30 años, los mismos negocios, yo juraría que hay un sorete seco de perro pegado en la misma baldosa por lo menos desde la navidad de 1995, la placita al lado de Macua, la vecinal Barranquitas. Cuando ya vas por la vereda de “Capicúa” agencias de quiniela y loterías y empezás a escuchar la voz del estadio, pasa el 5 que viene tirado con gomera y doblando en dos ruedas desde la curva de Fray Cayetano Rodríguez con la perrada adentro hacinada como vacas, el olor a culo en el pasillo central de ese colectivo debe ser proverbial. Y los que llegan por Boulevard lo hacen transitando una especie de corredor cervecero, ahí cada vez mas kioscos metamorfosean en bares, una vez les juro que vi a un Flaco con la camiseta de Unión a la una de la tarde sentado en la vereda con su espalda apoyada en la pared meta cerveza en la esquina de Boulevard y 1º de mayo, volví de la cancha y el pibe seguía inmutable en el mismo lugar, a las 12 de la noche pasé otra vez ya camino a la milonga y el Flaco estaba dormido con el culo en la misma baldosa, faltaba que pase un perro y lo mee. A ese personaje el resultado deportivo le chupa todos y cada uno de sus huevos… lo admiro. Y una vez adentro de la cancha te sentís en tu casa. Las mismas caras en los mismos lugares. Hay un viejo que se para al lado del último poste de iluminación de la Cándido Pujato desde la época de los desbordes de Anthonny De Avila. Los cocaleros que pasan con esos cajones colgados del cuello que solamente sirven para hinchar las pelotas porque su función refrigerante es nula, la gaseosa sigue siendo la misma orina de mono de siempre. Los pororó salados que son una sorpresa, su calidad es inversamente proporcional a la cantidad de días que llevan almacenados. A veces son exquisitos granos de maíz que al tostarlos artesanalmente nos permiten saborear una deliciosa masa blanca esponjosa. Pero algunos días, sobre todos los de humedad, parece que estás masticando los pezones de un linyera. Y no se como describirles el aroma que sale de la bolsa, imagínense al mismo linyera apoyándote sus huevos en tu cara. Viví tantas cosas ahí adentro. El día que mas calor sentí en una cancha le ganamos a River con un gol de cabeza de Carlos González en el arco de la Barra de Las Bombas. Otro gol de chilenita del Loco Marzo en el mismo arco que nos hizo acostar sobre los escalones sin importar si la turba enloquecida pisaba nuestros órganos. El Viejo, seguía inmutable debajo de la latita de Cerveza Santa Fe. Un tiro libre de Eduardo Magnín que se colgó del ángulo dibujando en el aire una parábola perfecta. Hace bastante tiempo Unión jugaba uno de esos tantos amistosos insípidos, era una época de mi vida mucho mas apasionante que la de ahora y que me permitía a las 3 de la tarde de un día de semana mirar un partido de fútbol. Recuerdo que esa misma siesta la Pepa Armando fue a calzar una pelota y se fracturó una gamba en mil pedazos. Inexplicable el ruido a hueso roto que retumbó en los rincones de las tribunas vacías. Nos dolió a todos, nos agarrábamos la cabeza y ni queríamos mirar. Son tantos los recuerdos. Por todo esto les ruego a los dirigentes de turno que nunca en la historia me traigan a la selección nacional a esta cancha porque eso es otra cosa, no profanen mi lugar en el mundo, Messi que se vaya a la concha de su madre rosarina. El 15 de abril es nuestro templo. Y la persona que se hincha el pecho por ver al seleccionado jugar en su estadio, que busque en los cajones y revuelva entre sus calzoncillos para ver si aparece su identidad por alguna parte.
Te vamos a extrañar tanto Tate querido en los siguientes días. Aprovechemos este mes para darle lugar a la reflexión. Pensemos quienes somos y adonde queremos estar dentro de unos años. Y trabajemos para conseguirlo, unidos por Unión. Como lo hicieron tantas personas a lo largo de nuestra historia. Me tengo que ir gente. Si me buscan, voy a estar caminando un rato por López y Planes pensando en aquellos que hace un tiempo iban conmigo a la cancha y que hoy ya no están. Nadie estará mas cerca de mi corazón que esos muchachos tatengues. Hasta la próxima.

Para Lucho que desde algún lugar seguramente lo estará leyendo…




Qvuelvanlosvisitantes.

2 comentarios:

  1. Man, es la 1.40 am de un sábado helado haciendo una previa para ir a La Llave. Y ahora estoy emocionado!
    Demoró la actualizacion pero valió la pena.
    Sinceramente pensá en la posibilidad de editar un libro!

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  2. SIIIIIII, TENES QUE HACER UN LIBRO CON ESTAS HISTORIAS!!!! POR FAVORRRRRR!!!!!
    ESPECTACULAR.
    UN ABRAZO GRANDE!!
    AGUANTE UNION CARAJO!!!!1

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